El firmamento en la muñeca: un reloj inspirado en el cielo alpino
Audemars Piguet recupera el color azul oscuro de la esfera del primer Royal Oak y lo aplica a tres nuevos modelos en cerámica

En el mundo de la relojería siempre hay motivos para acudir a la historia. Pero Audemars Piguet, una de las firmas con más solera de la industria suiza, este año tiene incluso más razones que nunca. Al 150 aniversario de la fundación oficial de la casa se une esta primavera el lanzamiento de una novedad que, a su vez, remite al gran icono de la marca. En 1972 Gérald Genta, el diseñador de relojes más famoso del siglo XX, creó para la casa de Le Brassus el Royal Oak, un singular modelo deportivo en acero que hasta hoy sigue siendo el principal pilar de su manufactura.
Aquel primer ejemplar, el Modelo 5402, sigue generando numerosos homenajes y reinterpretaciones. Pero en esta ocasión el pretexto no es solo su icónica caja con bisel de ocho tornillos, sino el color que Genta decidió darle a la esfera. Lo llamó Bleu Nuit, Nuage 50, y estaba inspirado en el cielo nocturno de La Vallée de Joux, en plenos Alpes suizos. Allí, de noche se manifiesta un firmamento especialmente límpido, de un azul oscuro de enorme profundidad. Recrearlo en la esfera no fue fácil para Genta: de hecho, el fabricante de esferas Stern tuvo que añadir pigmento negro a la laca líquida: la reacción química generó un aspecto nuboso inconfundible.

En este caso el color salta de la esfera al resto de componentes del reloj, y se aplica a la cerámica, presente en la marca desde 1986. En ella, el azul oscuro resulta homogéneo en todos los componentes. No es nada fácil, porque el tono varía en función de la duración y la temperatura del baño galvánico que aporta el color. Pero lo consigue gracias a la tecnología PVD, que aplica pigmentos mediante vapor, y que está presente en las marcas de relojería más punteras del mundo. La labor la completan los artesanos de Audemars Piguet, que aplican técnicas de acabado similares a las que dedican a los metales preciosos. Así, consiguen superficies pulidas y satinadas que potencian los efectos lumínicos del material.
Los tres modelos que se presentan ahora —un Royal Oak y dos Royal Oak Offshore, el musculoso modelo deportivo de la casa— han sabido adaptar esta proeza técnica a los nuevos tiempos y a los nuevos materiales. El Royal Oak Doble Volante Esqueletado de 41 milímetros, elaborado íntegramente en cerámica, tiene movimiento esqueletado rodiado y calibre 3132 automático. El Royal Oak Offshore Cronógrafo Automático adopta dos tamaños distintos, de 42 y 43 milímetros, en versión monocromática y bicolor (cerámica y acero) respectivamente, siempre con esfera de motivo Méga Tapisserie. Tres actualizaciones de un clásico futurista que sigue tan vigente como el primer día.

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