Biden niega las especulaciones de que ocultó su cáncer de próstata mientras era presidente
El demócrata no se realizó mientras estaba en el cargo análisis de PSA, que no están recomendados para mayores de 70 años


Un portavoz de la oficina personal de Joe Biden salió este martes al paso de las acusaciones de que había ocultado padecer cáncer de próstata mientras era presidente de Estados Unidos. Su sucesor, Donald Trump, se había puesto este lunes al frente de esas especulaciones sin prueba alguna al respecto, más allá de lo avanzado de la enfermedad. Según las explicaciones dadas por su oficina, nunca antes del viernes le había sido diagnosticado el cáncer de próstata.
“Me sorprende que no se notificara hace mucho tiempo. Porque para llegar a la etapa nueve, es mucho tiempo”, dijo este lunes Trump en el Despacho Oval de la Casa Blanca, confundiendo la puntuación de agresividad del cáncer con su etapa de desarrollo. Biden, de 82 años, comunicó el domingo que dos días antes le había sido diagnosticado un cáncer de próstata caracterizado por una puntuación de Gleason de 9, que mide la agresividad en una escala que llega hasta 10 puntos. El cáncer está en fase o etapa cuatro, una fase avanzada con metástasis en los huesos.
Trump mezcló ambos conceptos al hablar de la “etapa nueve”, pero su ignorancia al respecto no le privó de atacar sin pruebas a su rival. “Están pasando cosas de las que el público no fue informado”, dijo. “Esto toma mucho tiempo. Puede llevar años llegar a este nivel de peligro”, insistió.
Es cierto que un cáncer agresivo y avanzado como el que padece Biden no se desarrolla de la noche a la mañana y varios médicos mostraron su extrañeza acerca de que no se hubiera diagnosticado hasta tan tarde, pero otros señalaron que es perfectamente posible que ese haya sido el caso. El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos (USPSTF) recomienda que los hombres de entre 55 y 69 años hablen con sus médicos sobre los posibles beneficios y riesgos de la prueba del antígeno prostático específico (PSA) y tomen una decisión personalizada sobre si deben hacerse la prueba, pero desaconseja el cribado basado en el PSA para los hombres de 70 años o más, como en el caso de Biden.
La razón es que muchos hombres de avanzada edad corren el riesgo de sufrir daños derivados del cribado, como falsos positivos que dan lugar a más pruebas innecesarias, así como al diagnóstico de pequeños tumores no metastásicos que no habrían causado síntomas ni la muerte y en los que los efectos secundarios de los tratamientos puedan resultar más dañinos que la propia enfermedad. Es posible que el médico de Biden hablase con él sobre la prueba y su significado y el presidente de mayor edad que ha tenido Estados Unidos hasta el momento —Trump va camino de superarle— declinase hacérsela para evitar que un positivo se magnificase.
“La última prueba de PSA conocida del presidente Biden fue en 2014. Antes del viernes, el presidente Biden nunca había sido diagnosticado con cáncer de próstata”, dijo un portavoz de Biden a la cadena conservadora Fox News, una de las que más ha insistido en las especulaciones sobre una ocultación, y a otros medios estadounidenses. En 2014, Biden era vicepresidente de Barack Obama y sí se realizó esos análisis.
El último reconocimiento médico de Biden como presidente, realizado el año pasado, le describía como “un hombre de 81 años sano, activo y robusto”, “en condiciones de cumplir con su deber y de ejecutar plenamente sus responsabilidades sin excepción”, según su médico. El reconocimiento médico sí señalaba varios achaques. Biden sufría una apnea obstructiva del sueño, por la que duerme casi todas las noches con una máquina que ayuda a despejar sus vías respiratorias y una “espondilosis de moderada a severa”, una degeneración de los discos espinales, propia de la edad. También padecía de neuropatía periférica, una afección nerviosa, que provoca dolor y rigidez en los pies
En el reconocimiento de 2023 se le practicó una biopsia de una pequeña lesión de piel extirpada del pecho para su análisis. Resultó ser un carcinoma de células basales, un tipo común de cáncer de piel, que le fue extirpado con éxito.
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