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Rescates, ‘santuarios’ y recetarios tradicionales con un solo objetivo: acabar con la explotación de osos en Vietnam para obtener su bilis

Aunque desde hace años está prohibido el comercio y la explotación de estos animales en el país, las lagunas legales y la demanda han hecho que no haya acabado esta práctica. Asociaciones como Animals Asia los rescatan y conciencian a la población

Explotación de osos en Vietnam

Una pequeña jaula a la entrada del centro de Tam Dao (Vietnam) es el recuerdo de los años que Bella y Gemma, dos osas lunares, pasaron en cautiverio antes de ser rescatadas y llevadas a este refugio en 2009, donde siguen viviendo inseparables. El recinto, a unos 100 kilómetros de Hanói —la capital del país— acoge a más de 200 osos negros asiáticos o lunares (ursus thibetanus), pardos (ursus arctos) y malayos o solares (helarctos malayanus), rescatados de las llamadas fábricas de bilis, instalaciones donde se les extrae constantemente esta sustancia mediante métodos invasivos y dolorosos. La bilis de estas especies se utiliza desde hace miles de años en la medicina tradicional asiática para el tratamiento de enfermedades del hígado y la vesícula biliar, pero también se emplea para la producción de cosméticos. Tam Dao es solo uno de los santuarios gestionados por Animals Asia, asociación fundada en 1998 y que desde entonces se dedica a rescatar osos torturados.

El comercio, la extracción de bilis y la explotación de estos animales está prohibida desde hace años por la legislación vietnamita. En 2005, el Gobierno de Vietnam implantó microchips en 4.500 osos cautivos para controlar su población. Los dueños podían conservar sus animales, siempre y cuando estuvieran registrados con estos microchips y no fueran explotados para la extracción de bilis. Sin embargo, pese a este marco legislativo, sigue habiendo infracciones debidas “a lagunas legales y a la demanda continua” de bilis de oso, según informa Animals Asia.

Con el tiempo, el número de osos en cautividad ha ido disminuyendo. Pero todavía aún quedan en Vietnam 180 animales por rescatar, de acuerdo con cálculos de la ONG, que colabora desde hace tiempo con el Gobierno vietnamita para cerrar todas las granjas de extracción de bilis del país para 2026. Además, la organización ha logrado el compromiso de la Asociación de Medicina Tradicional de Vietnam para no recetar nunca bilis de oso.

En seis años, la asociación ha conseguido rescatar a 25 osos de esta zona, que han sido trasladados a los centros de rescate de Tam Dao y Bach Ma, inaugurado en 2023 cerca de Hue, en el centro de Vietnam. Esta tarea no suele ser fácil. “Los ejemplares son rescatados de manadas o familias. Colaboramos estrechamente con las autoridades de protección forestal y la policía medioambiental para animar a los propietarios a reubicar voluntariamente a sus osos”, explica Ta Thu Thuy, responsable del centro de Tam Dao desde hace más de 10 años.

Una de las mayores complicaciones es que los propietarios suelen ser ricos y estar bien relacionados con la sociedad, explica Thu Thuy. “Algunos se niegan a entablar conversaciones o negociaciones. Otros acceden inicialmente a entregar sus osos, pero cambian de opinión en el último momento, reaccionando a veces con enfado. En algunos casos, también rescatamos animales tras infringir la ley o los confiscamos como prueba de operaciones de tráfico de fauna salvaje interceptadas por la policía”, afirma.

Heidi Quine y Train Thi Gai, dos trabajadoras de Animals Asia en el jardín de plantas madre, uno de los proyectos destinados a crear alternativas naturales de la bilis de oso, en Tam Dao, Vietnam en febrero de 2025.

“El verdadero reto consiste en hacer cumplir la ley y persuadir a los propietarios de osos para que cambien de mentalidad y entreguen a sus animales voluntariamente. Un esfuerzo que requiere inmensa dedicación y perseverancia”, afirma Heidi Quine, directora de operaciones de la organización en Vietnam desde el año pasado.

En ello están cientos de voluntarios de todo el mundo. Algunas de las personas que trabaja en Tam Dao viven en las instalaciones y muchos proceden de la comunidad indígena San Diu, un grupo étnico que vive principalmente en las tierras altas del norte del país. Entre ellos están Train Thi Gai, de 37 años, que trabaja en el centro desde 2014 con su marido, y Hcang Thi Thain, de 34, que se incorporó el año pasado. Ambos forman parte del equipo de observación de osos que vigila el comportamiento de los animales e informa de actitudes sospechosas. “Pasamos horas observándolos, pero nunca nos cansamos. Nos encanta verlos jugar e interactuar entre ellos. A estas alturas ya conocemos sus hábitos y nos damos cuenta enseguida si algo va mal”, explica Thi Thain.

Los osos rescatados siguen sufriendo problemas de por vida. Los más frecuentes están relacionados con la circulación, la presión arterial y el movimiento, debido a años de vida en jaulas

Los osos rescatados siguen sufriendo problemas de por vida. Los problemas de salud más frecuentes están relacionados con la circulación, la presión arterial y el movimiento, debido a años de vida en jaulas a menudo tan estrechas que no pueden darse la vuelta ni ponerse de pie. “En algunos casos, si su salud ya está demasiado comprometida no podemos salvarlos y los perdemos al poco de llegar. Afortunadamente, en la gran mayoría de los casos conseguimos que vivan con nosotros un tiempo. Hemos adoptado un método de rehabilitación individualizado para cada ejemplar”, dice Shaun Thomson, veterinario neozelandés de 37 años que trabaja en Tam Dao desde 2018.

Un recetario tradicional para evitar el uso de bilis de oso

Además de salvar a los osos, el objetivo de la organización es demostrar que existen alternativas a los productos elaborados con su bilis. La ONG trabaja de forma intensa en Phung Thuong, un distrito cercano a Hanói, donde todavía hay casi 90 animales en cautividad en fábricas y hogares, la cifra más alta de Vietnam. De hecho, se calcula que casi el 50% de todos los osos cautivos del país están en este pueblo.

Actividad en una de las clínicas móviles organizadas por Animals Asia en Phung Thuong, Vietnam, para concienciar sobre el uso de productos libres de bilis de oso, en abril de 2024.

“Desde 2016 trabajamos en Phung Thuong, donde hemos activado decenas de programas de asesoramiento sanitario y sesiones educativas destinadas a explicar a la población las alternativas vegetales para tratar las enfermedades para las que tradicionalmente se utilizaba la bilis de oso”, explica Trinh Thuy Phan, responsable de programas de divulgación de la ONG Animals Asia en Hanói.

Las mujeres de la comunidad de Phung Thuong han elaborado un manual con más de 40 recetas, en colaboración con la Asociación de Medicina Tradicional de Vietnam, la Unión de Mujeres de Vietnam y Animals Asia. El objetivo es difundir los conocimientos ancestrales relacionados con la medicina tradicional y concienciar a la población sobre el empleo de hierbas para evitar así el uso de la bilis de oso.

Guisantes morados, té vang y calabaza amarga para promover la salud de la vesícula biliar, y una infusión de guayaba y hojas de loto para cuidar el hígado son algunas de las preparaciones que se pueden encontrar en este recetario.

Para apoyar este y otros proyectos similares, se han creado dos grandes huertos en Tam Dao, donde se cultiva un gran número de plantas y hierbas medicinales. “También organizamos reuniones educativas con los niños y las niñas de las dos escuelas primarias de Phung Thuong”, continúa Trinh Thuy Phan. “Muchas familias oseras tienen hijos que asisten a estas escuelas y han participado en nuestros programas”, añade.

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