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Ayuso esquiva las preguntas sobre su ático y presume de su viaje a Ecuador: “Estoy orgullosa”

La Asamblea regional vive un pleno tenso con guiños constantes al Papa y a la Iglesia

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, este jueves.
Manuel Viejo

Resulta que en la política madrileña también hay mucha fe. La Asamblea regional ha guardado un minuto de silencio para honrar la memoria del Papa Francisco, que ha pasado de puntillas por Vox —en teoría los más católicos del Parlamento— y ha sido alabado durante varios segundos –y quizá en exceso— por la portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot:

— ¡Ha muerto el Papa de la justicia social! Los progresistas hemos perdido a un aliado.

Isabel Díaz Ayuso, de traje blanco, ha optado por mirar los papeles en una mañana de fe y de regresos. La presidenta madrileña, por cierto, confesó en una entrevista hace dos años que desconfió de Dios muy pequeña, tras la muerte de su abuelo. “Tuve dudas de fe [...] Cuando pensaba en Dios, pensaba que tenía la cara de Juan Pablo II”, dijo. “La fe es personal. Hay veces que se pierde y que se recupera. Lo que no he perdido son los valores católicos”.

Ayuso, con guiños católicos y continuos desde el inicio de su mandato —y que ya va por el sexto año— ha vuelto a la Asamblea regional tras la Semana Santa. Y 21 días después de su último control parlamentario y, sobre todo, tras un viaje a Ecuador de cuatro días. Un viaje que su equipo organizó justo cuando su pareja, Alberto González Amador, declaraba en los tribunales por presuntos delitos de corrupción. Ayuso, eso sí, ha presumido de ello sin titubeos: “Estoy orgullosa de mi viaje. Defiendo la prosperidad del pueblo ecuatoriano”.

La presidenta, según su equipo, se marchó a Quito para firmar la “acreditación profesional de ecuatorianos en Madrid”, un documento que permite a los 33.000 que viven en la región agilizar trámites burocráticos para lograr empleo. La firma de la líder popular a 8.739 kilómetros de distancia es muy interesante porque ya el pasado 15 de enero la consejera de Economía, Rocío Albert, selló este acuerdo con la embajadora de Ecuador en la capital, tal y como consta en la web de la Comunidad.

La portavoz del PSOE, Mar Espinar, ha hincado el diente –aunque sin mucho éxito– en este viaje y en las dos viviendas donde residen la presidenta y su pareja. “El ascensor social es el suyo, del piso de Malasaña al aticazo de Chamberí. ¿Paga o es una inquiokupa? Tiene que dejar de ganar dinero con todo lo que toca. Recuérdele a su entorno el cumplimiento del sexto mandamiento: no robarás”.

Ayuso, un tanto molesta, no se ha andado con historias:

—El nivel en el que ha dejado a usted al PSOE. ¡A usted no le ha votado nadie!

Y ha atacado a la mujer del presidente del Gobierno y a la mitad del Consejo de Ministros, donde ha dicho falsamente que están todos en los tribunales. “Quieren tenernos enfrentados, son casta burguesa”. El PP ha aplaudido en tromba. La portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot, le ha pedido una valoración de la situación política regional en su pregunta semanal. Ayuso, con cierta guasa, ha despachado rápido:

—La valoro muy bien. Y la suya, cada vez peor.

Bergerot ha defendido al Papa. Le ha dicho a la presidenta que es una enemiga de los valores cristianos de Francisco I. “Frente a la humildad del Papa, sus comisiones y áticos”. Ayuso ha criticado que se hable otra vez de su entorno. “Son de un feminismo…”.

Es entonces cuando ha entrado en escena el jefe de Gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, que ha escrito en su perfil de X: “La portavoz del PSOE se ha puesto muy católica, pero debe aprender los mandamientos. No robarás, es el séptimo, no el sexto, que dice no cometerás actos impuros: o sea: no montar orgías en Paradores. Eso es que estaba pensando más en el encubridor de orgías, su jefe: Óscar López”. A lo que Espinar, la portavoz socialista, le ha respondido. “Es verdad, me equivoqué, pero ¿cómo sabías que yo me refería al séptimo?”. Y Rodríguez ha contestado: “Lleva más tiempo de plañidera que de devota: no robarás”. El jefe de gabinete tiene puesto en su biografía tuitera una frase: “Me entristece el cada vez más bajo nivel de la vida pública española”.

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Sobre la firma

Manuel Viejo
Es de la hermosa ciudad de Plasencia (Cáceres). Cubre la información política de Madrid para la sección de Local del periódico. En EL PAÍS firma reportajes y crónicas desde 2014.
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