Ir al contenido
_
_
_
_

La capital de Uganda cambiará los nombres de las vías que honren a colonialistas británicos tras la orden de un tribunal

Una sentencia reconoce la petición de un grupo de académicos, activistas y políticos para “descolonizar” todas las calles y monumentos en Kampala

Uganda

Cada vez que Emmanuel Ayisibwe mira la señalización de la calle, mientras espera en su estación de mototaxis a que le llegue algún pasajero, se queda perplejo. La calle en la que trabaja de “boda” o conductor de mototaxi desde hace siete años en Kampala, la capital de Uganda, lleva el nombre del general de división Henry Edward Colville, un “notorio” alto cargo colonial británico que dirigió un grupo de soldados e invadió Bunyoro, uno de los reinos más antiguos de Uganda. En 1894, el general Colville anexionó el reino de Bunyoro al dominio británico, en lo que se describió como una de las luchas de resistencia anticolonial más largas de Uganda. Los soldados británicos lograron capturar al rey de Bunyoro, Omukama Kabalega Cwa II, exiliado posteriormente en las islas Seychelles, donde falleció a los 24 años. Su mujer y sus hijos murieron víctimas de esa encarnizada lucha.

Para Ayisibwe, originario del distrito de Masindi, en el reino de Bunyoro, esta es una cuestión personal. “Me duele tanto que glorifiquemos a esa gente (los colonialistas británicos), cuando en realidad tienen las manos manchadas de sangre”, explica Ayisibwe, de 29 años. “Es una absoluta falta de respeto hacia mi reino, hacia mi rey, a quien asesinaron, y hacia los ugandeses”. Luego, reconoce que hace poco hubo una buena noticia en Uganda. “Nos alegra que los tribunales de justicia hayan decidido eliminar todos esos nombres coloniales de nuestras calles”, dice.

En marzo de este año, el Tribunal Supremo de Uganda dictó una sentencia histórica en la que ordenaba a las autoridades municipales “descolonizar” todas las carreteras, calles y monumentos que llevaran el nombre de colonialistas británicos en Kampala.

La campaña para descolonizar vías y monumentos comenzó en 2020, con motivo de la celebración de una fiesta nacional en Uganda, el Día de los Héroes. En esa ocasión, más de 5.800 personas aunaron esfuerzos y firmaron una petición en línea en la que se pedía a los miembros del Parlamento que “descolonizaran y cambiaran el nombre” de todos los monumentos públicos, calles, parques nacionales y masas de agua en Uganda que lleven nombres de colonialistas.

Después, John Ssempebwa, uno de los peticionarios y también activista, adoptó un enfoque más agresivo el año pasado al presentar una demanda afirmando que el legado de los colonialistas no solo era “desagradable, deprimente e incongruente”, sino que además violaba “la dignidad de los ugandeses y su derecho a no verse expuestos a un trato cruel”.

Mackinnon Road debe su nombre a un colonialista británico llamado Sir William Mackinnon.

Ssempebwa es, además, director del Museo Real Ssemagulu en Kampala, y lleva 50 años reuniendo objetos y recorriendo las escuelas de toda Uganda para explicar a los alumnos el panafricanismo y “la verdadera historia de Uganda”. “Tenemos que luchar contra los vestigios del colonialismo desde todos los ángulos. Hay que despertar y borrar de nuestra mente todos esos engaños, liberándonos de la esclavitud mental perpetuada por el colonialismo y la supremacía blanca”, dice en una entrevista con EL PAÍS.

Tenemos que luchar contra los vestigios del colonialismo desde todos los ángulos
John Ssempebwa, activista

Ssempebwa considera que todas las vías y los monumentos deberían rebautizarse con nombres de los “héroes desconocidos de Uganda”, que han sido “tristemente omitidos en la cruel historia relatada desde la perspectiva occidental” por los colonialistas británicos. Aunque ahora la prioridad, explica, es que el Gobierno ugandés acelere el proceso de cambio de nombres de las calles y carreteras, espera cambiar muchas más cosas. “Después de las vías, el siguiente paso será descolonizar otros bienes y recursos naturales públicos, como masas de agua, montañas y parques nacionales, por citar solo algunos”, continúa Ssempebwa.

El portavoz de la autoridad municipal de Kampala (KCCA), Dan Nuwe-Abine, aseguró que ya han asignado un presupuesto para el cambio de nombre de las vías en el nuevo ejercicio, que comenzará en julio de este año. Lo que viene ahora, añade, es recibir propuestas de la población sobre nuevos nombres. “La sentencia judicial refleja las aspiraciones de la gente”, declara. “De momento estamos siguiendo todas las directrices establecidas antes de comenzar, a su debido tiempo, a modificar los nombres de las vías”.

En cuanto al cambio de nombre de otras infraestructuras públicas, el portavoz añadió que “aún es pronto para pensar en eso”, aduciendo que “nuestra atención se centra por el momento en las vías de Kampala”.

Una vieja deuda con Uganda

Uganda fue colonizada y se convirtió en un protectorado británico en 1894. Los soldados británicos cometieron innumerables atrocidades, actos de gran brutalidad y explotación, que desencadenaron varias rebeliones por parte de los diversos reinos y estructuras de autoridad tradicionales. Pese a que esta nación africana oriental obtuvo la independencia y es un Estado soberano desde el 9 de octubre de 1962, muchas escuelas, vías, masas de agua y parques nacionales en Uganda siguen llevando nombres de colonialistas británicos.

Una década después de conseguir la independencia, el dictador ugandés Idi Amin fue el primero en intentar descolonizar los nombres de sus infraestructuras públicas y recursos naturales. Ocurrió en 1972, cuando proclamó en la radio y la televisión nacionales que cambiaría el nombre de montañas, lagos y parques nacionales de Uganda así como de sus carreteras, poco después de expulsar a indios, israelíes y británicos del país en una operación bautizada con el nombre de guerra económica. Sin embargo, el Gobierno dictatorial de Amin fue derrocado y se restablecieron los nombres coloniales, incluido el lago Victoria, que había recibido su nombre en 1858 en honor de la reina Victoria.

Han tenido que pasar 50 años para que al menos la capital ugandesa esté un poco más cerca de replantear algunos nombres que hacen referencia al colonialismo. Sin embargo, algunos sectores aún no dan por ganada la batalla. El diputado Medard Sseggona, otro de los peticionarios del cambio, manifestó su preocupación por los retrasos sufridos en el proceso de descolonización de los nombres de las carreteras, afirmando que en Uganda se aprueban muchas órdenes judiciales y leyes, pero muy pocas se llegan a implementar. Aunque Sseggona reconoce la sentencia como un precedente que favorecerá el cambio de nombre de otras infraestructuras públicas y recursos naturales en todo el país, está listo para presionar por su cumplimiento. Si eso no sucede, él y su equipo, asegura, no dudarán en solicitar una orden judicial que obligue a las autoridades municipales a acelerar el proceso de cambio de nombre de las calles. “Si vemos que tras la orden judicial las cosas no avanzan, volveremos a emprender acciones legales de peso, y esta vez con un planteamiento más firme”, añade Sseggona.

Okullu Mura, historiador y antiguo responsable gubernamental de información, elogia la sentencia judicial, pero afirma que las calles deberían llevar el nombre de “ciudadanos ugandeses dignos de dicho honor” que hayan aportado “una contribución significativa a su país”. “No se trata solo de buscar nombres, sino de dar a conocer a esas personas que han contribuido en gran medida a la historia de Uganda y que cuentan con el apoyo popular”, añade.

Muru recuerda que la dominación británica resultó “brutal y dejó cicatrices” en las comunidades ugandesas que merecen una compensación.En las últimas décadas, algunos reinos han reclamado indemnizaciones a los británicos por los crímenes perpetrados durante la época colonial. El reino de Bunyoro, por ejemplo, lleva años reclamando una indemnización de 2.800 millones de libras esterlinas al Gobierno británico, al que acusa de “saqueo, violación, asesinato y destrucción de cosechas” bajo el mando de Colville. Pero el Ejecutivo británico ha refutado previamente estas acusaciones sobre las atrocidades de la época colonial, argumentando que estas se basan en la Convención de Ginebra, que aún no existía en la época en cuestión.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_
OSZAR »